Su condena, la más dura que se le impone a un activista chino en muchos años se debe a su implicación en La Carta 08, un texto en el que pedía junto con otros 300 intelectuales, abogados y artistas chinos una reforma democrática para el país. El manifiesto consiguió unas 20.000 firmas antes de ser censurado.
Liu ya conocía la cárcel: fue arrestado por participar en las protestas de Tiananmen de 1989. Negoció con los estudiantes para que se marcharan de la plaza antes de la entrada de los tanques, salvando así centenares de vidas.
El Gobierno chino se ha tomado muy mal el galardón al disidente chino encarcelado por Pekín. Las primeras reacciones apuntan a una amenaza a las autoridades de Noruega. Es posible que Liu Xiaobo no pueda viajar a Oslo a recibir el premio, pero la movilización internacional ya ha comenzado. El presidente del Parlamento Europeo ha pedido ya su inmediata excarcelación.
Según informa la organización de los Nobel, Liu Xiaobo no ha sido informado de que ha sido galardonado.