Al
nacer su cuarto hijo, Emad, un agricultor palestino compra su primera
cámara de vídeo. Poco a poco y en paralelo al crecimiento de su
hijo empieza a grabar los actos de resistencia pacífica de los
habitantes de su pueblo, frente al avance de los colonos
israelíes y la construcción de un muro de separación entre las
urbanizaciones. Durante más de cinco años, Emad graba este
conflicto en el que dos de sus mejores amigos lideran la resistencia.
Arrestos diarios, represión brutal por parte del ejército israelí.
Hasta cinco cámaras de Emad son destrozadas por el ejército
israelí. Cada una de ellas grabará una parte de esta impresionante
historia.