Un señor de unos
70 años viajaba en el tren, teniendo a su lado a un joven universitario que
leía su libro de Ciencias. El caballero, a su vez, leía un libro de portada
negra. Fue cuando el joven percibió que se trataba de la Biblia y que estaba
abierta en el Evangelio de Marcos.
Sin mucha
ceremonia, el muchacho interrumpió la lectura del viejo y le preguntó:
- Señor, ¿usted todavía cree en ese libro lleno de
fábulas y cuentos?
- Sí, mas no es un
libro de cuentos, es la Palabra de Dios. ¿Estoy equivocado?
- Pero claro que
lo está. Creo que usted señor debería estudiar Historia Universal. Vería
que la Revolución Francesa, ocurrida hace más de 100 años, mostró la
miopía de la religión.
Solamente
personas sin cultura todavía creen que Dios hizo el mundo en 6 días. Usted
señor debería conocer un poco más lo que nuestros Científicos dicen de todo
eso.
- Y... ¿es eso
mismo lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia?
- Bien, como voy
a bajar en la próxima estación, no tengo tiempo de explicarle, pero déjeme su
tarjeta con su dirección para mandarle material científico por correo con la
máxima urgencia.
El anciano entonces, con mucha paciencia, abrió cuidadosamente el bolsillo
derecho de su bolso y le dio su tarjeta al muchacho. Cuando éste leyó lo que
allí decía, salió cabizbajo, sintiéndose peor que una ameba. En la
tarjeta decía:
Profesor Doctor Louis Pasteur
Director General del Instituto de Investigaciones Científicas
Universidad Nacional de Francia
Director General del Instituto de Investigaciones Científicas
Universidad Nacional de Francia
'Un poco de Ciencia nos aparta de Dios.
Mucha, nos aproxima'
Mucha, nos aproxima'