Una productora salmantina ultima
una producción sobre la parte más mística y legendaria de la vía jacobea,
protagonizada por diversos hospitaleros que regentan albergues y
refugios a lo largo del Camino de Santiago -sobre todo, en su ruta francesa-
aseguran moverse por una vocación de servicio a los peregrinos o por una
vinculación metafísica a la ruta jacobea. Se trata de personas que, con el paso
del tiempo, se han convertido en nombres propios del recorrido, cuya fama salta
de mochila a mochila.
Tomás el templario, que regenta
un refugio de ambientación y dotación casi medieval en Manjarín (antes de la
bajada a Ponferrada); o Antonio Bello, conocido como el Alquimista de Samos,
dueño de una curiosa casa donde expone sus obras y creaciones y que se ha
convertido en uno de los lugares preferidos para aquellos peregrinos que buscan
meditar y encontrar su rumbo, son tan solo dos ejemplos.