martes, 14 de junio de 2011

La felicidad de los australianos

Si queremos estudiar la felicidad desde un punto de vista científico puede que tengamos que re­currir a preguntar a la gente y ver qué decisiones o factores han sido decisivos en sus vidas a la hora de alcanzar cierta felicidad. Eso es lo que Bruce Headey, profesor en la Universidad de Melbourne, y su equipo han venido haciendo durante 25 años. Empezaron entrevistando a 3.000 personas al año, pero han terminado entrevistando a 60.000. Según este grupo de científicos australianos, la elección de la pareja apropiada, el altruismo, la familia, ir o no a la iglesia y la es­tima que se tenga del propio cuerpo son determinantes.

Las personas que tenían como prioridad vital mantener comportamientos altruistas eran recompensadas con un aumento en la satisfacción a largo plazo, igual que los que tenían metas familiares. Quienes priorizaban la carrera profesional o el éxito material eran más infelices. Lo mis­mo parece ocurrir con el hecho de mantener un compromiso religioso, que puede aumentar la felicidad. El peso de la persona es también un factor importante, sobre todo en el caso de las mujeres. Las mujeres con sobrepeso eran significativamente menos felices que las que tenían un peso adecuado. Los hombres excesi­vamente delgados también eran me­nos felices, aunque el sobrepeso no parecía que les afectase de la misma manera que a las mujeres.                              

Así que ya saben: si quieren ser felices, busquen una pareja alegre, positiva y segura de sí misma, man­tengan un peso adecuado, acudan a la iglesia, colaboren en actividades altruistas, ocúpense de cuidar a su familia y no se esfuercen demasiado en su carrera profesional o en acaparar riquezas. La simple felicidad, más que un estado, es una actitud. Alguien verdaderamente inteligente es el que continúa buscándola a pesar de no encontrarla.