El papa Francisco dijo hoy que el
ser humano está en "peligro", que en el mundo "no manda el
hombre, sino el dinero" y que aunque la crisis es profunda y todos lo
saben "el sistema continúa como antes, ya que lo que domina es una
economía y una finanza carente de ética".
Ante más de 80 mil personas
reunidas en la plaza de San Pedro para la audiencia de los miércoles, el papa
recordó que se celebra la Jornada Mundial del Medioambiente y subrayó la
necesidad de cuidar la naturaleza y de acabar con el derroche y la destrucción
de alimentos.
El Obispo de Roma denunció que el
hombre está destruyendo la naturaleza, la creación y las relaciones humanas.
"Estamos viviendo un momento
de crisis, lo vemos en el ambiente, pero sobre todo en el hombre. El ser humano
está en peligro y el peligro es grave porque la causa del problema no es
superficial, sino profunda, no es sólo una cuestión de economía, sino de ética
y de antropología", afirmó.
El pontífice destacó que la
Iglesia lo ha dicho en numerosas ocasiones: "Muchos dicen, sí, es
verdad..., pero el sistema continúa como antes, ya que lo que dominan son las
dinámicas de una economía y de una finanza carente de ética", agregó.
"Así, hombres y mujeres son
sacrificados a los ídolos del beneficio y del consumo. Es la cultura del
desecho, del descarte. Si se rompe un ordenador es una tragedia, pero la
pobreza, los necesitados, los dramas de tantas personas acaban por entrar en la
normalidad", denunció.
Su denuncia fue más allá y con
vehemencia agregó: "en el mundo no manda el hombre, el que manda es el
dinero. Sin embargo, Dios dio al hombre la obligación de custodiar la tierra,
no se la dio al dinero".
En esa línea, el papa argentino
añadió que si un hombre muere de frío en una plaza o numerosos niños mueren de
hambre "eso entra en la normalidad" y el mundo no se escandaliza,
pero que si la bolsa de valores de una ciudad baja diez puntos, "es una
tragedia mundial".
Francisco añadió que esa
"cultura del desecho, del descarte" se está convirtiendo en
"mentalidad común que contagia todos".
"La vida humana, las personas
no son vistas ya como el valor primario que hay que respetar y tutelar, sobre
todo si son pobres o enfermos, sino todavía no sirven -como el no nacido- o no
sirven más, como el anciano".
"Esta cultura del desecho
-continuó- nos ha hecho insensible también al derroche alimentario, que es aún
más despreciable cuando en todas partes del mundo muchas personas sufren hambre
y malnutrición", denunció.
El papa Bergoglio recordó que
nuestros abuelos tenían mucho cuidado en no tirar nada de la comida que
sobraba, pero subrayó que el consumismo nos ha inducido a acostumbrarnos a lo
superfluo, al derroche diario de comida y muchas veces "no somos ya ni
capaces de dar el valor justo, que va más allá de los parámetros
económicos".
"Recordemos siempre que la
comida que tiramos es como si la hubiésemos robado de la mesa de quien es
pobre, de quien tiene hambre", manifestó.
Francisco exhortó a los fieles a
respetar la creación y cuidar de las personas, de contrastar la cultura del
derroche y del descarte y de promover una cultura de la solidaridad y del
encuentro.
Sobre la creación, el papa echó
manos del libro del Génesis y dijo que Dios puso al hombre y a la mujer en la
tierra para que cultivasen y custodiaran la creación, pero que el hombre
"guiado por la soberbia del dominar, del poseer, del manipular, del
explotar la tierra, no la custodia, no la respeta y no la considera un dono
gratuito que cuidar".