"A quién le darías una moneda: a un padre sin hogar o a un adicto callejero?" Con esta pregunta comienza el artículo que The Christian Science Monitor le dedica a uno de los fenómenos con los que vivimos a diario.
Durante una hora, Persin, el falso indigente, se apostó en una de las arterias más concurridas de la Gran Manzana, solo, sucio, desarrapado, con un cartel de cartón en donde había escrito: INDIGENTE NECESITA DINERO PARA HIERBA, DROGAS Y ALCOHOL.
Horas más tarde, Persin mantuvo la misma indumentaria, pero cambió el mensaje de su cartel: PADRE SOLTERO Y SIN HOGAR NECESITA DINERO PARA SOSTENER A SU FAMILIA. Como agregado no menos importante en la escena, Persin se hizo ayudar por una niña, también desarrapada, que se acostó a sus pies.
Tal vez la idea de este personaje de las redes era solamente probar las reacciones de la gente ante ambos fenómenos, pero seguramente tanto él como nosotros estaremos ahora mismo boquiabiertos ante el resultado de semejante experimento social.